He mirado la trilogía de High School Musical (ahora, en 2022)

...y me ha gustado. 

Todo empezó a principios de esta semana. No sé por qué, no paraba de pensar en musicales. ¿Por qué empezaron a gustarme los musicales? ¿Fue por Glee? No, me viene de antes... Ah, claro: HIGH SCHOOL MUSICAL. Inmediatamente me puse las canciones de las tres pelis y las escuché detenidamente. Pero necesitaba algo más: necesitaba verlo. Verlo todo de nuevo, ver como se construía la narrativa. Me empecé a preguntar cosas: ¿por qué nunca odié a Sharpay, pese a ser la clara enemiga de la película? ¿por qué quería a Troy (algo raro en mí, ya que tiendo a odiar a los protagonistas)? ¿por qué Gabriella me daba un poco igual, pero luego ya no tanto...?

Pues aquí está. Este es mi análisis de High School Musical.

1. LA ESTRUCTURA NARRATIVA

Quiero hablaros primero sobre cómo se construyen las películas. Fácil, fácil. En las tres pelis la estructura es sencilla, vamos, la de toda la vida que nos enseñan desde primero: inicio, nudo, desenlace (tampoco es que esperaba una obra vanguardista, estamos dentro de lo canónico comercial de lo canónico comercial). 

El conflicto siempre gira en torno a el romance entre Troy y Gabriella, las preferencias de Troy (está dividido entre el baloncesto y la música) y los intereses de Sharpay. El desenlace se guía por un misma frase que repiten constantemente, a modo de mantra: We're all in this together. Es el punto final de la primera película, pero una frase que se va repitiendo a lo largo de la película constantemente, que crea una cosa muy importante (y un poco tóxica si se lee desde otra perspectiva, ejem patria, ejem): LA COMUNIDAD.

2. LOS WILDCATS COMO COMUNIDAD

Los Wildcats es, en un principio, el equipo de baloncesto de East High (así se llama el instituto, yo siempre había pensado que se llamaba High School Musical jaj). Digo en un principio porque luego se metamorfosea en otra cosa: como he dicho antes, la comunidad. Al principio los Wildcats está formado por Troy (protagonista), Chad (segundo protagonista, amigo o pesadito) y el resto del equipo, pero luego se convierte en algo más. Los Wildcats es un grupo de amigos que se da cuenta que uno es mucho más que sus propios clichés. Se conforman en la canción Stick to the Status Quo (una obra maestra): aquí, los personajes dejan de ser planos (sencillos, vamos) y se redondean un poco. En esta situación empieza uno de los conflictos de la primera película: Sharpay (y Ryan) vs. Los Wildcats. Sharpay es, en la primera película, la representante del orden establecido. Esto se ve en la misma canción donde Sharpay, desde arriba, ve como todo se desmorona. Y precisamente eso, que este se desmorone, le afecta enormemente: tanto como persona, como personaje en la estructura narrativa. Es decir, le interesa que los clichés no se muevan de sus casillas porque ¿entonces ella qué es? (esto lo amplío más adelante).

En la segunda película Los Wildcats están en el terreno de Sharpay (y esto es literal: están en el Lava Springs Country Club, propiedad de sus padres y lugar al que veranea, aparentemente, desde pequeña). Allí decide tomar el control y volver al orden: con su poder de mujer rica, contrata a Troy y le intenta mostrar todos los beneficios que tiene estar de su parte para que este vea lo que se pierde con su decisión de salirse de los estereotipos. Porque sí, lo "normal" sería que Troy, el chico más popular, se fuera con Sharpay, la chica más popular. Lo que pasa es que él invita a Gabriella y a Los Wildcats. Y el orden, su fabuloso orden, no se puede revertir. Aunque eso no significa que deje de intentarlo (y casi lo consigue).

2.1. La flexibilidad de la comunidad

HSM no deja de ser una película, un ideal que alguien (un señoro + más señoros, ya os lo adelanto) ha proyectado como una narrativa que todas queríamos ver de pequeñas. Sharpay es enemiga de Los Wildcats desde el principio que se forma como comunidad. Pero, en la segunda película pasa algo que cambia por completo la dinámica: Ryan (que, por si no había quedado claro, es el gemelo de Sharpay) entra en los Wildcats. Esto se ve sellado con la canción enemies to lovers de Ryan y Chad (otra obra maestra). Al final, con Everyday, que es, la canción antepenúltima, la concluyente del conflicto (que tanto me emociona), Sharpay también entra y, con eso, pasa de antagonista a antiheroína.

3. GABRIELLA

Sé que tocaría hablar de Sharpay, pero la quiero dejar para el final (no porque quede mejor, sino porque me gusta mucho su personaje y soy de dejar lo mejor para el final).

Antes de ver las películas, pensaba que Gabriella me iba a caer mal. En las notas que hice en la primera película puse: "Gabriella es un poco odiosa". Pero, en realidad, en la primera película casi todos lo son. No por culpa de los actores, ni de mi percepción, sino porque les falta algo, una migaja de algo, que van desarrollando a partir de la segunda película (la mejor de todas, ya os lo digo). A lo largo que han avanzado las películas he visto como evolucionaba el personaje: primero es una chica tímida, con pánico escénico, inseguridad y que se resguarda en los libros. Un personaje arquetípico que tendemos a odiar o a menospreciar y que esperamos que evolucione a chica fuerte e independiente. Y, aunque en parte sí que lo haga, lo hace de una manera sorprendente: es fiel a este arquetipo original y nunca cambia la decisión del camino que quiere tomar. Esto lo vemos en la tercera película, en la que se va antes del musical final porque ha conseguido una plaza en Standford y ese ha sido su sueño desde que era pequeña. No rechaza a su sueño por el amor, sino que, al contrario, se va sin pensarselo dos veces.

4. TROY

Ay Troy. Pues es otro personaje que me ha sorprendido. ¿Un chico que juega a baloncesto, que es el número uno, que encima su padre es el entrenador? Esperarías de él unas reacciones más simples, más tipo las de Chad (I don't dance!). Pero, a parte de su negación inicial, una vez sale a la luz que canta (que, ya ves tu, que dilema), el mundo lo acepta (y de ahí su privilegio de ya partir, de base, siendo el chico más popular de East High) o, lo que es más importante, él se acepta. Se da cuenta que es su otra pasión (a parte del baloncesto y el deporte) y no la deja de lado, aunque caiga a veces en su propio estereotipo. Las películas tienen 16, 15 y 14 años y yo he visto cosas más recientes que me chirrían más (y mira que estamos hablando de Disney) pero, desde el plano feminista, Troy, a mi parecer, pasa la prueba, por poco, pero la pasa. Chad ya es otra cosa. Pero Troy, Troy es bien. Es un chico golden retriever que tanto nos gusta. Tiene sus cosas de chico de principios del siglo XXI, pero no pasa nada.

Me gustaría hacer una honorable mención a su breakdown que otra obra maestra llamada Bet on It (que, yo me pregunto, ¿está coreografiado o es todo improvisación? Porque madre mía, que saltos que me da el chico). Porque, con este, rompe el embrujo del mundo de Sharpay y decide volver a su mundo (que es, el mundo de Gabriella).

5. SHARPAY 

Sharpay es la reina de su mundo. Es una diva con todas sus letras. No es, como Rachel Berry (Glee), por ejemplo, una diva sin base (cada vez me cae peor ese personaje). No, ella se merece la fama. Ella viene de arriba y se mantiene. No es mala por nada, es simplemente ambiciosa. Es ambiciosa y tiene en cuenta a los demás. Ella es, para mí, el personaje más complejo de la trilogía. (Lo único malo que tiene es que es rica).

Ella es la guardiana de orden, como he dicho antes, porque en este ella puede estar arriba. Si todo se desmorona ¿Ella qué es? No puede ser nada sin los estereotipos, de eso se da cuenta en la primera película. Porque no tiene amigos (solo tiene a su hermano, un personaje planísimo -en la primera peli, pero- que usa como medio para mantenerse en su lugar). Por eso se enciega en perseguir a Troy: ella no quiere a Troy, ella quiere la fama. Y este será un constante en su personaje. 

En la segunda película, he dicho, se une a Los Wildcats y pasa a ser una antiheroína. Ahora no necesita entorpecer los planes de estos (pero sigue enchochada con hacer un dúo con Troy, la tía, date cuenta). Juega un juego de contradicciones, lucha por su solo en el musical, pero tampoco muy fuerte porque sabe que no necesita mucho para destacar. Al fin y al cabo, ella es Sharpay. El punto culminante es cuando se enfrenta, en la tercera película, con una doble. En este momento se abre la narrativa que se mantenía enterrada tras el romance Troy-Gabriella y la de Los Wildcats: Sharpay es la enemiga de Sharpay. Por eso su historia nunca avanza y se encuentra encerrada en un bucle constante. Cuando se enfrenta a su doble con la actuación (y gana al no darle verguenza enfrentarse a ella misma) Sharpay se convierte, finalmente, en una Wildcat y, en definitiva, rompe el bucle y puede ser una DI-VA.

5.1. Las actuaciones de los Evans

Quería dedicarle un pequeño párrafo a las actuaciones de los gemelos Evans. Porque son lo más. Mis favoritos del mundo. Para mí sus versiones son mil veces mejores a las baladas románticas de Troy y Gabriella. Todo esto culmina a la actuación, yo diría, dragqueenesca que encontramos en la tercera película. En esta, sus ambiciones culminan. Nos encontramos con la exageración, las luces, los colores (se notan que tenían más presupuesto en la tercera, lástima que se me haya hecho tan larga). 

6. CONCLUSIÓN

Porque, si, la tercera la había visto una vez, cuando salió y no la recordaba (normal, con lo tostón que es). Se nota que, a medida que pasaban los años, el presupuesto mejoraba, pero no el guión, ni las ganas. Para mí, como he dicho, la evolución más interesante es la de Sharpay. La historia de amor engancha, te hace sufrir, pero es bastante esperable. 

Con esto, me han dado ganas de mirarme la serie que salió hace nada, de momento solo sé que de ahí salió la Olivia Rodrigo. A lo mejor os hago otro análisis (y no seré tan buena, que es más reciente). 

Y con esto, me callo un mes (literal).

-Ari


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